lunes, 24 de septiembre de 2012

UN PAISANO SOÑADOR CON LOS PIES BIEN PUESTOS EN LA TIERRA


Cada vez que  visito mi colegio ITIS, procuro hablar con los estudiantes de los últimos años de  secundaria para motivarlos a soñar en grande y a trabajar fuerte para hacer realidad sus sueños.
Cesar Vargas es un exalumno del ITIS que aceptó contarme cómo eran sus sueños cuando estudiaba en el ITIS y hasta dónde lo ha llevado su talento y trabajo disciplinado.
Hablemos de sueños Cesar

Mi sueño era volver realidad ideas que estaban en mi cabeza. Si imaginaba un ave o un automóvil, quería que estuviera en la realidad tal y como sentía que estaba en mi cabeza.  Soñaba con reproducir cada uno de los detalles de rostros de personas. Me gustaba memorizar rostros y luego imaginar los trazos en algún material. En las tardes  después de colegio y en vacaciones me dedicaba a trabajar con plastilina. Gastaba horas  construyendo figuras de todo tipo: autos, aves, leones, tigres, herramientas. También hacía imágenes de humanos, sin embargo cuando terminaba de hacerlo sentía que era una descripción imperfecta.
Casi siempre evitaba trabajar en ellos, pero en mi mente seguía la idea de reproducir rostros en algún material, con alguna herramienta, que me permitiera realizarlo al detalle que mostraba mi imaginación.
En los días de estudio en el ITIS me sentía atraído por la matemática y la física. 
Me gustaba hacer operaciones en mi cabeza y después arrojar el resultado. Me llamaba la atención predecir lo que iba a pasar utilizando números,  por ejemplo en qué lugar aparecería un objeto después de ser lanzado a cierta velocidad.  En décimo grado me empezó a atraer la química. Era interesante saber que la naturaleza estaba soportada por la relación entre cosas tan diminutas como los elementos químicos.
En once descubrí con tristeza que las materias llegaron al primer límite de conocimiento. En ese momento me parecía que lo aprendido no era suficiente para plasmar las ideas que rondaban en mi cabeza.
Aun no sabía  cómo combinar la física, la química y la matemática para construir las ideas que tenía acerca del mundo real.

¿Cómo fue ese paso a la UIS?

La universidad me enseño la que se convertiría en mi herramienta favorita: la programación. Me molestaba que estuviera limitada a desarrollo de software económico y páginas web. Por otra parte el cálculo y algebra abstracta se mostraban en las clases como herramientas que describían el mundo real en una forma cercana a la exactitud. La combinación de programación, cálculo y álgebra en software de solución de ecuaciones diferenciales me impresionó.  La química no había dejado de rondar mi cabeza desde el colegio.  Aún seguía con la idea de modelar los humanos de forma exacta. Todo esto hizo que decidiera hacer mi trabajo de grado modelando el mecanismo que regula el nivel de azúcar y grasas en la sangre de los humanos utilizando ecuaciones diferenciales como herramienta de modelado.
Después de un par de conferencias y la sustentación de mi proyecto, pasaba las noches pensando en  ciertos detalles de las ecuaciones diferencias que no me permitían modelar las moléculas que intervenían concretamente en el funcionamiento humano.
Por la época en que finalicé mi pregrado, conocí al que sería mi maestro. 
Él sería quien me guiaría en la búsqueda de mi respuesta sobre la herramienta que definitivamente me permitiría modelar con exactitud a los humanos.

¿Bueno Cesar, cómo fue el  trabajo de la maestría?

Los humanos son organismos complejos  compuestos por muchas células, así que empezamos a reducir el problema hasta llegar a una simple célula. Para que fuera interesante para mí y para la academia, se decidió estudiar un microorganismo unicelular que se encargaba de la producción de insumos para cosméticos y biocombustibles: la Levadura de Cerveza.  Para modelarla, estudié un tipo de ecuaciones diferenciales de complejidad reducida y métodos de optimización que ya había visto en el pregrado. Para cuando pude finalizar mi proyecto,  ya teníamos dos conferencias y tres artículos sometidos a revisión sobre el modelo que desarrollamos en la investigación.

¿Y ahora cuál es el siguiente paso en su camino académico?
Mi maestro me animo a buscar mi doctorado. En dos pasantías a la universidad de Delaware en estados unidos busqué la herramienta matemática que me permitiera seguir modelando los humanos con más y más exactitud. En la última pasantía trabajé en la construcción de un modelo matemático de la dinámica del VIH en células humanas. Después de dos meses de trabajo intenso, mi jefe de investigación se dio cuenta que el modelo que le había ayudado a construir necesitaba vincular un nuevo tipo de herramienta. Él decidió que debía hacer mi doctorado con un experto en el área de probabilidad y estadística. En este momento me encuentro haciendo mi doctorado haciendo investigación a nivel molecular en células humanas utilizando programación matemática.
¿Cómo afectan sus investigaciones al ciudadano común?

El impacto de mi proyecto de maestría se verá en algunos años.
Las herramientas matemáticas que estudiamos permitirían al ingeniero químico y bioquímico 
desarrollar nuevos microrganismos  con mayor capacidad de producción de biocombustibles e insumos químicos, lo que implica reducciones importantes de precios para los consumidores.

En cuanto al impacto de la investigación de doctorado, se espera que desarrollemos un modelo que pueda explicar el por qué no se ha podido curar el SIDA. Esta explicación se basa en los actores moleculares de la enfermedad.

¿Y en el tiempo extracadémico que le gusta hacer?
Pertenezco a un grupo de investigación colombiano de la UIS llamado GIIB (Grupo de Investigación en Ingeniería Biomédica). Nuestro objetivo como grupo es crear una empresa de desarrollo de soluciones basadas en conocimiento científico de punta. Para cuando terminemos nuestros doctorados esperamos tener constituida nuestra empresa con centro de operaciones en Colombia.
También mantengo contacto con algunos amigos de diferentes áreas de conocimiento en Colombia a los cuales colaboro en solución de problemas que conozco en el área computacional. 

Voy a gimnasio, me encanta montar cicla, me gustan los juegos que me ayuden a mejorar mi destreza mental, veo películas. Y uno que otro tiempito libre se me olvida dormir porque se me ocurre que por fin voy a encontrar lo que estoy buscando tanto.

Wilson Raúl Carreño V.







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